jueves, 29 de septiembre de 2011

Niñez Fantástica: Capitulo UNO

Uff, tan solo de recordar mi etapa en la primaria Antonio Caso, mi rostro dibuja una sonrisa, no es una sonrisa normal, de esas que nos salen a diario, esta es distinta, lleva un toque de nostalgia, de alegría, de felicidad, bueno, un licuado de buenos sentimientos. Todo comenzó cuando mis padres empezaron a buscar cual seria la escuela ideal, mi mama por las tardes me llevaba a conocer distintas, todas ellas de paga, podré reprochar algunas cosas, pero siempre quisieron lo mejor para mi; una de las que visitamos fue el Anáhuac Chapalita, recuerdo que entramos a una oficina para hablar con el director, a quien desde que vi me denotó una autoridad desmedida, cosa que para aquella edad es como la peor medicina que hayas probado jamas, al salir me preguntó mi mama que como me había parecido, mi respuesta mas que clara: "No me gustó mama", así es que quedó descartada. Días mas tarde nos dirigimos a conocer el Antonio Caso, mi madre, mi abuela (en paz descance) y yo, sin imaginar todo lo que viviríamos a partir de ahí. La escuela era enorme, antes de ingresar mis ojos se desorbitaron, parecía mas un parque de diversiones que un instituto, ahí empezó a atraparme; entramos, comenzamos a conocerla, de pronto se apareció una rampa enorme, corrí tras ella para verla de cerca, al comenzar a subirla, algo me dijo que volteara a mi derecha, al hacerlo pensé que no había otra, que era ahí donde quería estudiar, irónicamente no me llamó la atencion un gran salón, tampoco la sala de computo y mucho menos los laboratorios, era una cancha de futbol casi profesional, empastada con un verde que no había visto jamas, porterías con redes y una tribuna, hagan de cuenta que para mi estaba Wembley frente a mi! Sin pensarlo, sin soltar ni si quiera un gesto de mi cara le dije a mi mama, que ahí quería estudiar, fue entonces que comenzó mi relación con el fútbol, desde el Kinder ya nos coqueteábamos, nos cerrábamos el ojo, nos tirábamos miradas, pero ahí, ese día, me enamore. La realidad es que la colegiatura no era nada accesible, aun así mi papa hizo un esfuerzo para inscribirme, semanas mas tarde ingrese, pantalón azul marino, playera tipo "polo" blanca con vivos en amarillo y azul, esos fueron mis colores durante seis años. Continuara...

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